miércoles, 5 de febrero de 2014

Febrero (Rosquillas)

Ya está aquí, se acerca. 
El primer examen de los tres que me quedan, el único que tengo en febrero, está aquí, a la vuelta de la esquina. 
Y como siempre, cuanto más cerca está, menos ganas de estudiar y más ganas de comer tengo.
Ayer hice unos scones de zanahoria (que algún día os contaré como se hacen) y aun así sigo queriendo más. 
Malditos exámenes y su ansiedad. 
Pero es la cuenta atrás, aunque el 3 (del 3..2..1) va con cuatro meses de antelación.

Anyway.

El otro día me encargaron una tartica de chocolate para un cumpleaños y aquí tenéis el resultado



El resultado fue el esperado. Aunque lo peor de todo es ver, hacer, oler y tocar, pero no probar. Así que si queréis algo más que sólo ver, tenéis la receta en el blog. Es la misma tarta que hice en mi cumpleaños.

Y ahora a lo interesante. Para los que no quieren esperar dos horas a que suba la masa de los doughnuts de la semana pasada, llega la versión corta, rosquillas de toda la vida.

Rosquillas

INGREDIENTES

· 50g azúcar
· 50g de aceite de oliva
· 50g de leche
· 200g de harina
· 1 huevo
· 1 tsp (5ml) deAnís grano
· Levadura
· 1/2 tsp de sal
· Aceite para freír 
· Piel de naranja
· Azúcar y canela para rebozar

PREPARACIÓN

Es bastante rápido y sencillo hacer esta receta.
En una sartén profunda o en una cacerola, se comienza a calentar el aceite para freir, y se el añade la piel de naranja para infusionarlo. El aceite debe ir subiendo su temperatura hasta 160ºC mientras se va haciendo la masa de las rosquillas. En caso de que la naranja se queme se puede retirar.

En un bol se combinan la harina, el azúcar, el anís, la levadura y la sal, se añaden el huevo y el aceite, y se mezclan bien hasta obtener una masa consistente. No es necesario amasar mucho, solo hasta que la masa forme una bola. A continuación se cogen porciones de la masa. Para hacer la forma de la rosquilla, se hace una bolita con la porción de masa y con un dedo se traspasa por el centro para hacer el agujero, ensanchándolo un poco. 

Mientras el aceite alcanza su temperatura, en un plato hondo se mezcla azúcar y canela para rebozar las rosquillas una vez sacadas de la sartén. El azúcar puede ser azúcar avainillado para darle otro toque de sabor.

Una vez el aceite esta listo y hay unas pocas rosquillas formadas, se ponen a freir, sin aglomerar el aceite para que no baje la temperatura. Cuanto la parte sumergida se vuelva marrón, se dan la vuelta y se fríen hasta que se iguale en ambos lados.

Al sacarlas, se colocan sobre un papel absorbente de aceite para reitrar el exceso y rápidamente, pues es mejor hacerlo cuando siguen calientes, 
Se da forma a las rosquillas y se fríen con abundante aceite en una sartén hasta q estén marrones. Se puede añadir una cáscara de naranja o limón al aceite para aromatizarlo.
Después de freírlas, se ponen sobre papel para absorber el excedente de aceite y se rebozan en el azúcar con canela.
¡Y ya están!
Tambíén se pueden hacer otras formas con la masa, como bolitas o bastones, pero las rosquillas saben mejor si tienen agujero.

Espero que os gusten.




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