miércoles, 6 de agosto de 2014

Typical Bollo Maimón (SG)

Pues el otro día le dio a mi madre un antojo así de repente, que le apetecía un Bollo Maimón, porque lo había visto en algún sitio, así que tocó investigar un poco.

Y ya que la semana pasada dije que haría tarta de Santiago en algún momento próximo (iba a ser esta semana, pero el Maimón se adelantó), he pensado que estaría bien investigar un poco en la España profunda. Porque la tarta de queso o la de zanahoria están muy buenas, pero son una americanada generalmente, y oye, que aquí también hay cosas ricas (como me salgan los pastelitos de Astorga, adiós mundo cruel), así que voy a buscar recetas que me gusten así típicas de diferentes regiones y las iré probando. Si triunfan las veréis aquí.

Además esto me viene de perlas, porque me empezaba a quedar sin imaginación (no sin recetas, que voy tirando de archivo). 

Una cosa que me ha llamado la atención de todo lo que he visto, es que casi todo lleva aguardiente o anís. Q país este que lo emborracha todo...

La receta de hoy es típica de la zona de Salamanca (por lo que he podido encontrar). Se suele preparar para después de las bodas, tomarlo a la salida de la iglesia (o algo así).
Tradicionalmente se hace en una olla a presión, con un bote o algo en el centro para hacer el agujero central.
Pero lo de la olla es un engorro, así que mejor en el horno y con un molde. El molde que he utilizado es el mismo que uso para el pastel del ángel, alto y con agujero en el centro (vamos agujero no en el molde, si no que hará agujero en el bollo).

Y además, es SIN GLUTEN. Así que yo sé de alguien que se va a alegrar.

No me enrollo más. Vamos a la receta.


Bollo Maimón


INGREDIENTES


· 4 yemas
· 4 claras
· 220g de maicena
· 1tsp de levadura química
· 150g de azúcar
· 1tbsp de vainilla
· 2tbsp de leche
· Ralladura de un limón
· ½ tsp de sal
· Si queréis ponerle una copita de aguardiente, no le echéis leche ni vainilla.




PREPARACIÓN

Para empezar, lo más engorroso. En un bol muy limpio y con una batidora con las varillas muy limpias, se montan las claras junto a la sal. Cuando empiece a tomar consistencia se va agregando poco a poco el azúcar, hasta que las claras estén completamente montadas y brillantes. Si volcáis el bol, no deben caerse.






En un recipiente se tamizan la levadura y la maicena. Es importante este paso porque la maicena tiende a hacer muchos grumos, de esta forma no tendréis que estar toda la tarde con la batidora (¡exageración!).

En otro bol se baten, con la misma batidora, las yemas junto al azúcar y la ralladura de limón hasta que clareen un poco y cojan un poco de volumen (será poquísimo comparado con las claras). A continuación se agregan la leche y la vainilla (o el aguardiente si elegís esta opción) y se bate bien. Seguidamente se agrega la maicena poco a poco, batiendo bien para que no queden grumos





No os preocupéis por la batidora. La maicena al no tener gluten, puede batirse sin peligro de que el resultado sea una piedra.

Cuando toda la maicena se haya integrado bien, se vuelvan las claras sobre esta mezcla y con una espátula se incorporan. Movimientos envolventes para evitar que se hundan mucho.

Cuando esté listo se pasa al molde, que debe de estar enmantequillado por dentro para evitar que se quede muy pegado, y se mete en el horno, precalentado a 180ºC previamente, durante 40minutos. 
Yo puse el molde en el tercio inferior del hono, porque si no, no entra esencialmente, pero salió muy bien, así que ponedlo en esa zona, con calor arriba y abajo. Y ojo, que el molde sea alto, porque creció muchísimo en el horno. Si no tenéis un molde alto, podéis añadirle una pared de papel de horno que sobresalga por arriba, por lo menos el mismo tamaño que la pared del molde. Si queréis lo podéis en mantequillas también, pero el papel se retira fácilmente.

Transcurridos los 40 minutos, se comprueba con un palillo (brocheta o espagueti crudo, para que llegue bien hasta abajo) que está bien cocido en el centro. Si es así se saca del horno y se deja enfriar unos minutos antes de desmoldar. Cuando esté completamente frío, se espolvorea su superficie con azúcar glass.

¡Y ya está listo! Ya veréis que esponjoso está.
Espero que os guste.




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