miércoles, 24 de septiembre de 2014

Pantxineta de Chocolate

Ya está aquí el otoño otra vez. Ya era hora.

¿Sabéis cuánto tiempo llevaba sin llover aquí? Por lo menos desde junio, y no exagero. Es una barbaridad. A ver si ahora se ponen de acuerdo en hacer algo contra el Cambio Climático, que se reúnen mucho y toda la parafernalia pero nunca llegan a ninguna conclusión. O se pasan el protocolo de Kyoto por el forro.

El Protocolo de Kyoto, (ya que estamos) fueron una serie de medidas que firmaron la inmensa mayoría de países del mundo en 1997. 
En este acuerdo, se propusieron reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Es el momento de aclarar que un gas de efecto invernadero y un gas contaminante no tienen por qué ser la misma cosa. He oído esto muchas veces en televisión y me pongo nervioso.
Estos gases son producto sobre todo de la industria y del transporte, y proceden esencialmente de quemar carbón, petróleo y gas. Como entenderéis, Estados Unidos con su amor por el crudo no llegó a firmar el Protocolo. Iba en contra de sus intereses totalmente.

Así que desde entonces, todos los países se han esforzado por reducir emisiones y aumentar (en cierta medida) las energías renovables, además de la investigación de fuentes alternativas.

Pero no es suficiente. No se puede prohibir a los países en desarrollo que se desarrollen, y los países desarrollados necesitan una inversión grandísima para modernizar su industria, y con la crisis... no se quieren dejar el dinero en el clima del año 2100. 

Pero este es el problema más importante que tenemos delante. Un cambio climático afecta a todos, a todas partes. Lluvias torrenciales donde no las había, sequías donde no las había, subida del nivel del mar (esto suena a risa, la marea sube y baja todos los días, pero no es el mismo efecto) y anegación de las costas por el deshielo.

Así que ya sabéis. Utilizad más el transporte público. No utilicéis cosas que no necesitéis y reutilizar todo lo que se pueda, sobre todo las bolsas. Reciclad. Comprad en mercados locales, que la comida envasada viene de lejos, y ese transporte genera gases, además que debéis pagar ese transporte y el embalaje. Evitad la comida envasada, que un filete en una bandeja de plástico lleva cosas para que dure más con buen aspecto, y ahorráis tanto plástico que no sirve para nada gastar. Entre todos se puede conseguir.

No me olvido de que aquí venimos a buscar dulces placeres. ¡Ahora mismo empezamos con la receta! Hoy es una receta tradicional de Euskadi. Ya os comenté en ediciones anteriores (en capítulos anteriores) que iba a empezar a tirar del recetario tradicional español, así que allá voy.

Pantxineta de Chocolate




INGREDIENTES
           
· 2 cups (280ml) de leche entera
· 1/2 cup (100g) de azúcar
· 1/4 cup (30g) de maicena
· 2 tbsp (30g) de cacao en polvo
· 2 yemas 
· 1 huevo
· 20g de mantequilla
· 1 tsp (5ml) de vainilla
· Pizca de sal

PREPARACIÓN

Bueno, como el hojaldre lo vamos a comprar, solo tendremos que preocuparnos de hacer la crema pastelera, y en esta ocasión será una de chocolate. 


Ponemos en una cacerola la leche con la mitad del azúcar y el cacao en polvo, encendemos y calentamos con cuidado de que no llegue a hervir, moviendo con unas varillas para disolver todo el cacao y el azúcar.



Mientras sube la temperatura, en otro bol se baten las yemas, el huevo, la sal la maicena y el resto del azúcar para evitar los grumos. 

Y sólo queda esperar a que la leche se caliente. Ya sabéis, sin hervir. 


Cuando empiece a humear, bajad la potencia. Y ahora llegan los malabares. Con las barbillas en una mano y un cazo en la otra (o toda la cacerola, como prefiráis) tenéis que verter un poco de la leche caliente sobre la mezcla de las yemas sin dejar de batirlas con las varillas para que el calor de la leche no las cocine. De esta manera conseguimos subir la temperatura de las yemas sin peligro, porque ahora, volvemos a poner todo dentro de la cacerola.


Y sin dejar de moverlo constantemente, hay que continuar calentando hasta que la mezcla espese. Ese momento llegará cuando desaparezca la espuma de la superficie. Os recomiendo utilizar una cuchara de madera para poder arrastrar bien el fondo de la cacerola, ya que es la zona que se espesará antes por el calor y no queremos que se queme.
Una vez ha espesado del todo, dejamos al fuego un par de minutos más, sin dejar de moverlo. En este momento he cambiado a unas varillas para quitar los grumos que hayan podido aparecer.

Es el momento de pasar la crema a un bol limpio, añadirle la mantequilla cortada en trocitos y la vainilla. Si queréis, podéis añadirle un poco de chocolate para que se funda con el calor y darle más sabor, pero no es necesario. Y ya sólo queda dejar que se enfríe un poco. Para evitar que se forme una costra en la superficie, es aconsejable colocarle plástico de cocina directamente encima, tocando. No lo dejéis sin contacto porque no queremos agua sobre la crema por la condensación. 
(Esta crema se puede utilizar para rellenar cualquier cosa. Profiteroles, croissants, donuts...)


Mientras se enfría, encendemos el horno a 180ºC y se prepara el hojaldre. Que es muy sencillo, se coloca sobre papel de cocina encima de una bandeja de horno una de las láminas. Con las claras que han sobrado, se pinta el borde de la lámina de hojaldre, unos dos centímetros por todo el perímetro.
A continuación se pone la crema en el centro, sin que toque la zona pintada de clara, y se cubre con la otra lámina de hojaldre haciendo coincidir ambos bordes y presionando ligeramente para que se peguen a lo largo de todo el perímetro.

Con las claras restantes se pinta toda la superficie exterior del hojaldre y se esparcen láminas de almendra o, como en este caso, trocitos de almendra. Y al horno durante media hora (30min).


Una vez pasado este tiempo, se saca del horno, y se espolvorea con azúcar glass por encima. Está muy bueno en caliente, pero en frío no tiene nada que envidiar. Acompañado de helado de vainilla siempre triunfa.

Espero que os guste.











miércoles, 17 de septiembre de 2014

¡Primer Cumpleaños! Y tarta arco iris

¡Estamos de celebración!

¡Un año ya!

Quién me iba a decir que iba a durar tanto. Siempre que lo pienso digo lo mismo, pero es así. Hasta me preocupaba de hacer cosas mejores, sobre todo más fotos, para que vieseis bien todo.

Y cuando menos te los esperas... Pasa un año. 

Un año que se puede resumir en 53 recetas. Bonita forma de resumir un año, de dividir eventos según el dulce.

Y qué menos que dar las gracias a todas las personas, alrededor de todo el mundo, que me ha visitado. Nunca podría esperar que llegaría a 5000 visitas. Y las he superado. ¡Sí!

Además viendo que hay tanta gente, de tantos sitios tan lejanos, que visitan mis recetillas, he decidido comenzar a escribir en inglés. Pero será en otro blog, que tendrá el mismo nombre que este. Tal vez. A lo mejor hago algo para diferenciarlos. 

Llevaba mucho tiempo rumiando la idea, y ahora que he acabado la carrera y tengo demasiado tiempo libre, creo que es el momento perfecto de empezarlo. 

Y no quiero enrollarme mucho más, porque tampoco os quiero contar todo lo que he hecho durante todo este largo año. Veremos que nos depara el siguiente.

Gracias a todos otra vez. Ahora vamos a lo interesante.


Tarta Arco Iris


INGREDIENTES
           
· 3 1/2 cups (435g) de harina
· 1 1/2 cups (300g) de azúcar
· 1/2 cup (100g) de azúcar moreno
· 2 huevos
· 226g de mantequilla fundida
· 1 1/2 (360ml) cups de buttermilk (os explico como hacerlo más abajo)
· 1/2 cup (120ml) de yogur natural
· 1 1/2 tse (7.5ml) de levadura química
· 1/2 tsp (2.5ml) de bicarbonato sódico
· 1 tsp (5ml) de sal
· 2 tbsp (30ml) de vainilla
· Colorantes

PREPARACIÓN


¡Tarta de colores! No hay nada mejor que muchos colores para celebrar un cumple. Eso o mucho chocolate.

Para empezar, preparamos un molde, preferiblemente desmoldable. Enmantequillamos el lado y colocamos papel de horno en el fondo, para que sea más sencillo de retirar.
Precalentamos le horno a 180ºC

Aunque antes de todo eso, que me acelero, sería mejor fundir la mantequilla, para que le de tiempo a reducir la temperatura, y preparar el buttermilk (si es necesario, yo aun no se donde comprarlo). Para ello pondremos 1 1/2 cupe de leche (360ml) en un recipiente y se le añade 1tbsp de zumo de limón (15ml) y se deja reposar, mientras se enfría la mantequilla y se prepara el molde.

Ahora será rápido. En un bol grande se combinan la harina, azúcar blanco y moreno, levadura química, bicarbonato y sal. Una buena mezcla con las varillas y listo.
En el recipiente del buttermilk se añaden los huevos, vainilla y yogur y se vuelve a mezclar bien.

Es el momento de añadir esta mezcla a la de ingredientes secos. Y con una espátula, despacio, se combina todo. Remarco la espátula y despacio para que no os volváis locos batiendo, porque se quedaría el bollo duro. A continuación se agrega la mantequilla y se incorpora bien.

Ya se podría meter en el horno, pero sería una tarta normal, de un solo color. ¡Pero esto es un cumpleaños!

Así que se divide la masa en seis bols (yo solo he hecho cinco, no me iba a llegar para el color naranja con lo que tenía, pero aun así ha quedado genial) y se tiñe cada porción con un color. 


Rojo, Naranja, Amarillo, Verde, Azul y Morado.

Y ahora se ponen pegotes al azar de todos los colores en el molde hasta que se acabe toda la masa de los boles y estén bien repartidos. ¿Os imagináis cómo va a quedar?
Y ahora sí. Al horno, al menos una hora y diez minutos. Y ya sabéis que la prueba del palillo aquí es muy importante, porque es un bizcocho grueso. Y crecerá bastante, no esperéis algo plano.
La superficie se queda marron, y eso no nos gusta, queremos colores. Así que es mejor preparar un buttercream o un frosting de queso.


Para este último necesitaréis.

· 225g de mantequilla
· 1 1/2 cup de azúcar glass
· 100g de queso crema
· 1 tsp de vainilla

Esta vez lo he hecho de otra forma, porque hacía mucho calor en mi cocina y me daba miedo que se cortase la crema.
Primero he batido bien la mantequilla, que está a temperatura ambiente claro, y le he agregado el azúcar. Una vez bien incorporado, he añadido la vainilla. Y para finalizar, el queso. 
Todo el proceso se hace con batidora excepto la incorporación del queso, que lo he hecho con la espátula.

Una vez la tarta está fría, se corta en tres capas (o si queréis solamente dos... pero como resistirse).
Se cubre cada capa con la crema de queso, y para finalizar se cubre toda la tarta.

¡Y este es el final!
Pero me apetecía hacerle algo más especial, así que ¿por qué no ponerle una capa de fondant blanco?



Dicho y hecho. Ahora mirad como queda por dentro

¡Rico y bonito todo en uno!

Espero que os guste.


jueves, 11 de septiembre de 2014

Mousse de Limón

Ya he acabado. Del todo. No habrá más exámenes de física. Aun no me lo creo.

Y ahora viene lo peor, buscar trabajo. Y ya sabemos todos como están las cosas. Pero no puedo deprimirme tan pronto ¿verdad? No, aun no.

Así que vamos a hacer cosas con limón, que me gusta mucho el limón. 

Además tengo un sueño genial hoy y tendréis suerte, ¡no voy a soltar ninguna chapa eterna!


Mousse de Limón


INGREDIENTES
           
· 3 huevos
· ¼ cup (60ml) de zumo de limón
· 1tsp de ralladura de limón
· 6+2 tbsp de azúcar
· 50g de mantequilla
· 200ml de nata para montar.
· Sal

PREPARACIÓN


Esta es una de esas recetas que a veces dan mucha pereza preparar, al menos a mi. Pero una vez te pones, tardas tan poco que te preguntas como puedes llevar tanto tiempo sin hacerla.

Para empezar hay que separar las claras de las yemas y se reservan las primeras en un bol limpio, para luego montarlas.
A continuación, preparamos un lemon curd con las yemas. En una cacerola se mezclan las yemas junto al limón y el azúcar (6ybsp) y se ponen a fuego medio. Se mueve la mezcla constantemente con una cuchara de madera para evitar que los huevos se cocinen por el fondo. Una vez la mezcla espesa (desaparece la espuma y se cubre la cuchara), se retira del fuego, se cuela, se añade la mantequilla y la ralladura de limón y se mezcla hasta que se derrita toda la mantequilla. Es el momento de dejar que se enfríe, en un recipiente hermético (no cerrar si está caliente porque condensará el vapor) o en un bol cubierto con plástico de cocina en contacto con la superficie de la crema de limón.

Una vez esté bien frío (habrá que meterlo en la nevera) se preparan las claras.

Se baten con varillas junto a la sal y, cuando comiencen a tomar consistencia, se añade el azúcar (2tbsp) y se continua batiendo hasta que se forman picos y se vuelven brillantes.

En otro bol ha de montarse la nata. Si guardáis el bol y la nata en la nevera antes de montar, será más rápido y más fácil (siempre con cuidado de no batir en exceso para no liarla).

Para finalizar el proceso, se mezclan las tres partes con movimientos envolventes, evitando la pérdida de volumen de la nata y de las claras.

Y listo. Podéis servirlo en tazas, vasos... lo que os guste más, y reservarlo en la nevera.

Espero que os guste.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Cookie Cups y Helado de Chocolate (SG)

Hoy toca receta doble. ¿Por qué? Porque hoy he hecho mi último examen y con esto se acaba la carrera.

Una larga carrera llena de electrones. No sabéis cuantas formas de estudiar electrones hay de verdad, es agobiante que una cosa tan pequeña dé para tanto.

Pero es un día ¡FELIZ! Ahora llega lo interesante.

Mañana ya será un día para pensar en lo que se ha acabado, toda la gente que ha llegado y se ha ido a lo largo de los años, las clases, las horas en bus, en metro, los viajes. Las conversaciones interminables en la hierba, en las mesas de Repro, en la cafetería, en clase mismo...

Ha habido cosas chungas, muchos suspensos injustos, propios y ajenos, porque se suda mucho estudiando física. Y el sudor se comparte, junto a los apuntes y los ánimos.
Una compañera dijo un día que en esta carrera estamos tan agobiados y nos hacen las cosas tan difíciles, que entre nosotros no hay rivalidades y nos unimos más a la hora de pasar por todo. Y creo que es cierto. No sé en otras carreras, pero aquí el odio dirigido hacia algunos profesores, va en masa.

Y no quiero ponerme muy melancólico aquí porque ya llegarán esos momentos más adelante, en esos días de incertidumbre en los que uno no sabrá que hacer con su vida mientras encuentra trabajo.

Así que vamos a celebrar una licenciatura con una receta doble cargada de chocolate.

¡Allá vamos!

Cookie cupcakes y Helado de Chocolate (SG)

He de confesar que SG es sólo para el helado. No quiero sorpresas.

INGREDIENTES PARA EL HELADO

· 3 yemas
· 100g de azúcar
· 300ml   de leche
· 200ml de nata para montar
· 30g de cacao en polvo
· 85g de chocolate para fundir
· 1/4 tsp de sal
· 1/4 tsp de café soluble (opcional)

PREPARACIÓN DEL HELADO

Preparad un hueco en el congelador, ¡qué empezamos!

En una cacerola se calientan a fuego medio la leche, la nata, el café soluble y el cacao en polvo. No os preocupéis si se forman grumos al echar el cacao, en cuanto se caliente se fundirá y no habrá problema. Tened cuidado para que NO hierva. Si hierve, tendréis un chocolate caliente para mojar churros, pero no podréis hacer el helado.
Mientras sube la temperatura en la cacerola, en un bol batimos las yemas con el azúcar, utilizando las varillas para incorporar mucho aire. Tiene que crecer un poquito y adquirir un tono pálido. Podéis utilizar batidora, estoy benévolo hoy.

Una vez veáis que comienzan a salir unas burbujillas por el borde de la cacerola, o notéis que sube un "humillo" tenue de la cacerola, (ojo, que no hierva), tendréis que coger un cazo de la mezcla caliente y verterlo sobre las yemas. Pero ¡OJO! Debéis mover sin parar las yemas para que el calor no las cocine de golpe, así que con cuidado. Movedlo bien con las varillas. 
Este proceso ayuda a subir la temperatura de las yemas antes de pasarlas a la cacerola, porque si lo agregáis de golpe, podrían cuajarse y no es lo que queremos.

Una vez conseguido, se vierte todo en la cacerola. Y ya solo queda vigilar todo. Tenemos que esperar a que se espese todo. Para ello, el fuego debe estar a nivel medio (no debe hervir, no deben cuajarse las yemas) y moverlo constantemente para que el líquido del fondo no se cocinen exceso.
Al principio parece que nunca va a espesar, pero sí. La espuma comenzará a desaparecer (es con lo que yo me guío, al igual que en el Lemon Curd) y se notará un ligero espesor. Tened en cuenta que la mezcla lleva leche y nata, no se va a hacer un engrudo, pero si cubrirá la cuchara con la que mováis todo.

Llegado el momento de espesado, en un bol, en el que tendréis el chocolate troceado y la sal, se vierte la mezcla de la cacerola, colándola primero, por si acaso ha sobrevivido algún grumito de cacao.
Mezclamos bien para fundir todo el chocolate del fondo, y ya solo queda dejarlo enfriar. Y aquí llega una cosa importante.

Si tenéis heladera, tan sólo tendréis que cubrir con plástico de cocina la superficie de la crema, y meter a la nevera hasta que esté completamente frío. Y después hacer caso de las instrucciones del aparato.

Yo no tengo heladera por lo que mi versión es diferente. Esencialmente, tendréis que enfriar y congelar la crema dentro de una bolsa con cierre hermético, sacando todo el aire posible y en plano.
Tras unas seis horas, ya se habrá congelado bien. Aunque podréis dejarlo toda la noche si queréis.
Sustituyendo a la heladera, he utilizado la trituradora o procesador de comida, que viene a ser el vaso con cuchillas al que se le acopla la batidora.

Sacamos la bolsa del congelador y troceamos el bloque de chocolate, no debe estar excesivamente duro. Metemos los trozos en el procesador y lo trituramos todo. La consistencia será muy cremosa, como el helado. 

En este punto, debéis decidir si tenéis valor para guardarlo en el congelador hasta que vuelva a estar firme, cosa que recomiendo. Dejad que se congele unas horitas, y así estará bien rico.

Espero que os guste. (la foto al final)

Pero seguimos, ¡qué ahora vienen las galletas! Venga, primero limpiad un poco, que seguro que hay chocolate en sitios inesperados.

INGREDIENTES PARA LAS COOKIES

· 2 cups de harina
· 1/3 cup de azúcar
· 1/3 cup de azúcar moreno
· 1 huevo 
· 115g de mantequilla
· 2tsp de vainilla
· 1/2 tsp de sal
· 50g de chocolate para fundir

PREPARACIÓN DE LAS COOKIES

Esta receta es prácticamente evidente. Es el proceso de siempre.

En un bol se bate la mantequilla (temperatura ambiente, no hace falta ni que os lo diga) y se agregan los dos tipos de azúcar, que se seguirán batiendo. También os diré que no queremos aire en la mezcla, así que hacedlo con una espátula de goma o una cuchara de madera. ni varillas ni batidoras.
Una vez incorporados los azúcares, se añade el huevo y la vainilla. Otra vez a mezclarlo todo bien.
Sobre la mezcla se tamiza la mitad de la harina junto a la sal. Vuelta a mezclar todo. Y otra vez con el resto de la harina. 
Cuando esté casi integrada del todo, se añaden las pepitas de chocolate. Las pepitas deben ser pequeñitas, para que no abulten mucho al hacer la tacita.



Ahora debéis dejar reposar la masa en la nevera unos diez minutos. Precalentamos el horno a 180ºC.

Mientras tanto, hay que enmantequillar muy bien los moldes que vayamos a usar, ya sean tazas de verdad o el molde de los muffins (que es lo que he utilizado yo), para poder sacarlos bien. No he tenido ningún problema la desmoldar. 

Os diré también que esta no es la receta de cookies de chocolate que tengo para hacer galletas, esa os la pondré otro día. Con esta receta queda un poco más rígido, con más soporte para las tacitas.

Una vez se ha enfriado y relajado un poco la masa, pasamos a cubrir el fondo y las paredes de los moldes. Debéis tener en cuenta que el grosor de todas las paredes y fondos debe ser el mismo para que tarden el mismo tiempo en hacerse, y que este grosor no debe ser excesivo, porque si no, quedará algo duro. Me fío de vuestro criterio.

Al horno con todo durante 15 minutos, o hasta que los bordes se vuelvan dorados.

Tras hornear y enfriarlo bien, llega el momento de proteger el interior, ya que se rellenaran de líquido. Para ello fundimos el chocolate y pintamos todo el interior con el. 



Una vez se vuelva a endurecer es el momento de utilizar las tazas, con leche o con ¡helado!

Y ahora si, espero que os guste :)