miércoles, 19 de noviembre de 2014

Nutella CheeseCake

 Madre mía qué día tan largo.

He ido a la universidad a ver a mis amigos, y me he enterado de que ya podía pedir el título y apuntarme para ir a la graduación, cosa que yo ya descartaba porque creía que me tocaría el año que viene. Pero tampoco podía apuntarme porque no funcionaba el correo de la universidad. Estrés por todas partes.

Pero he visto a mis amigos que hacía tiempo que no veía, y ha valido la pena el viaje. Sobre todo porque he recuperado mi lata de calabaza que me había dejado en el coche de uno de ellos.

Pero tampoco me voy a enrollar mucho más, porque hoy necesito descansar.

Os dejo con una locura de chocolate. Estas últimas dos semanas la he hecho dos veces, y me emocionaba tanto que me olvidaba un poco de hacer fotos, así que algunas están hechas con el móvil (perdón).

Solo os digo que lo hagáis. A pesar de llevar tanto chocolate, bueno Nutella en este caso, no es nada pesado. Que yo pensaba que con un trocito iba a estar llenísimo, ¡pero repetí!

A disfrutar!


Here is the recipe in english!

Nutella Cheesecake


INGREDIENTES
           
· 130g de galletas digestivas (son las que utilicé, a vuestro gusto)
· 50g de mantequilla
· 2 tbsp de cacao en polvo (opcional)
· 750g de queso de untar (NO light)
· 2 tbsp (20g) de harina
· 3/4 cup (150g) de azúcar
· 300g de nutella
· 3 huevos
· 1 tsp de vainilla
· 1/2 tsp de sal

PREPARACIÓN

Como toda tarda de queso, empezamos por la base. Se funde la mantequilla y se reserva mientras se trituran las galletas. Debéis dejarlas bien finas. Una vez así, las mezcláis con el cacao en polvo, en caso de utilizarlo. Otra opción sería utiliza galletas de chocolate. Pero a vuestro gusto.
Añadís la mantequilla fundida y la mezcláis bien con un tenedor hasta que todas las galletas se hayan humedecido y se pasan al molde. El molde debe ser desmontable y grande, el mío es de 23cm de diámetro y quedó lleno hasta arriba.

Aplastáis las galletas por toda la base y por las paredes del molde. Procurad que sea una fina capa y si no podéis cubrir todas las paredes, no os preocupéis, hasta la altura que llegue. Si sois de los que os gusta sin paredes, adelante.
Para asegurar que queda bien compacto, aplastadlo con un vaso o cualquier cosa que tengáis a mano.
Meted la base a la nevera.


Momento perfecto para precalentar el horno a 160ºC. Tardará en hacerse bastante, os voy avisando.

En un bol grande se prepara el relleno, ¡y reitero lo de grande!


Poned dentro todo el queso y la nutella junto al azúcar, la harina y la sal. Como sabéis, a mi me gusta hacer las tartas de queso a mano, con una espátula o una cuchara de madera, para no incorporar mucho aire a la masa, pero podéis utilizar una batidora si os fiáis de vosotros mismos y no os emocionáis batiendo demasiado.
Una vez todo integrado, se añaden los huevos, de uno en uno, batiendo entre cada uno y junto al último se añade la vainilla. 
Ya está todo listo.


Sacad la base de la nevera, verted dentro toda la crema y al horno. Durante una hora y cuarto. 
75 minutos de desesperación en la que queréis que se acabe ya la tortura de la espera. Pero nada más que acaba de empezar, porque tendréis que dejar que se enfríe antes de poder probarla...

Cuando el centro de la tarta esté cuajado, tras todo el tiempo de horno, la tarta estará lista. Podéis probar con el palillo, pinchando en el centro. Debe salir seco, a lo mejor con alguna bolita de masa pegada, pero nada húmedo. Sacad la tarta del horno y rápidamente, pasad un cuchillo por el borde. Si la mezcla de queso está adherida a las paredes, al enfriarse y contraerse, se creará tensión que agrietará la superficie y no lo queremos, por eso hay que separarlo antes de que se enfríe demasiado.

Y ahora a esperar a que se enfríe del todo... terrible.
Pero una vez se haya enfriado es el momento de decorar. Como os voy a dar dos opciones, no os he puesto los ingredientes de la decoración en la lista de ingredientes del principio, pero os dejo aquí las dos ideas.

La primera es cubrir la tarta con una capa de nutella y lacasitos o M&Ms. Una maravilla de colores.

La segunda idea también cubre la tarta con una capa de nutella y chocolate blanco rallado por encima. Monocromático.

Pero podréis dar rienda suelta a vuestra imaginación y decorar de la manera que prefiráis.

Y como siempre, espero que os guste.









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