lunes, 11 de enero de 2016

Profiteroles

¡Ya estamos en 2016!

Feliz año a todo el mundo.

Para empezar el año vamos a hacer unos profiteroles. Así directamente, sin pensarlo. Además es muy, MUY fácil, porque los hice sin pensarlo mucho y quedaron muy bien.

Empezamos rápido el año.


Profiteroles

INGREDIENTES
           
· 1 cup (240 ml) de agua
· 1/4 cup (57 g) de mantequilla
· 2 huevos
· 1/2 tbsp (7 g) de azúcar blanco
· 1/2 tsp (2 g) de sal


PREPARACIÓN

¿Recordáis la receta de los Churros? Esta os recordará mucho.
En una cacerola se calientan el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar. Esperamos hasta que toda la mantequilla esté fundida y comience a hervir. En ese momento ponemos toda la harina de golpe dentro y movemos con una cuchara de madera, sin parar, para que no se queme la harina en el fondo de la cacerola (convendría no tenerlo a fuego muy alto).

Movemos la mezcla hasta que se forme una bola de masa y se despegue de las paredes de la cacerola.
Pasamos la masa a un bol para que se enfríe un poco. Se puede seguir moviendo para que se enfríe o simplemente dejarlo reposar entre cinco y diez minutos.


Es el momento de encender el horno. Precalentamos a 200ºC.

Agregamos a la masa los huevos de uno en uno. Hay que moverlo muy bien con la cuchara de madera para que se integren perfectamente. Al principio parecerá que no hay manera de conseguirlo, pero seguid moviéndolo, que al final vuelve a unirse todo.


Pasamos la masa a una manga pastelera con boquilla redonda de entre 0,5 cm y 1 cm de diámetro. Sí, no queda otra que utilizarla, no pongáis excusas. 


Hacemos pequeños montoncitos sobre la bandeja del horno, que estaría cubierta de papel o con una manta de silicona o algo parecido, dejando separación entre ellos para que puedan subir y expandirse.
Con esta cantidad de masa me salieron 23 profiteroles de un tamaño normal
Normalmente se queda un pico encima de cada montón después de hacerlos. Para quitarlos, pues se quemarían en el horno, hay que aplastarlos un poco con la mano humedecida con agua para que no se peguen.

Una vez todos los montoncitos estén listos, se meten al horno. Los primeros diez minutos a 200 ºC, los diez siguientes a 180 ºC.
Cuando estén dorados, hay que apagar el horno y abrir un poco la puerta para que sigan secándose un poco más sin seguir horneándose.

¡Y ya estarán listos!

Solo queda preparar el relleno que más os guste. Desde nata montada con vainilla, chocolate o mermelada de fresa, crema pastelera,  ¡hasta una buena bola de helado!
Por dentro quedarán completamente huecos, perfectos para rellenar.
Espero que os guste.